La resolución del contencioso sobre Gibraltar tendrá que esperar hasta el próximo verano. Los ministros de Exteriores de España y Reino Unido, Josep Piqué y Jack Straw, anunciaron ayer tras la reunión que mantuvieron en Barcelona que intentarán alcanzar un acuerdo global sobre el futuro de Gibraltar en torno al verano de 2002. El acuerdo recogerá asuntos como la soberanía y la cooperación de ambos países. En este sentido, el ministro español rechazó cualquier propuesta que incluya la autodeterminación de la colonia, mientras que su homólogo británico advirtió que cualquier decisión tendrá que someterse a un referéndum tanto en la colonia como en Reino Unido.
El Gobierno español tiene muy claro lo que quiere respecto al Peñón. Piqué reiteró tras la reunión que el objetivo de España en la negociación es lograr, a largo plazo, la soberanía de Gibraltar, por lo que no reconocerá el derecho de autodeterminación. Mientras, Straw subrayó que Reino Unido someterá a referéndum en Gibraltar cualquier acuerdo que se firme con España, y aclaró que en caso de que el pueblo gibraltareño no respalde la decisión final continuaría con la soberanía de Gibraltar y con «sus obligaciones morales inspiradas por el acuerdo de Utrecht». Con lo que no cambiaría el status actual del Peñón.
El representante del Foreing Office británico desmintió que exista algún pacto secreto entre Londres y Madrid sobre el futuro de la colonia como publicó ayer el diario 'Financial Times'. El periódico afirma que Blair estaría dispuesto a compartir la soberanía de la colonia con España. Piqué explicó que España quiere un futuro seguro, estable y próspero para los gibraltareños y para darles una mayor capacidad de autogobierno. Por ello, deseó que los ciudadanos de la colonia respalden sus propuestas, porque redundará en su propio beneficio.
Tanto Piqué como Straw insistieron en invitar al ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, a sumarse a las conversaciones que mantienen los Gobiernos de Reino Unido y España para, desde la delegación británica, aportar sus puntos de vista para resolver el histórico contencioso, que dura ya 300 años. Ambas delegaciones seguirán trabajando para encontrar vías de cooperación, y acordaron volver a celebrar una reunión formal en las primeras semanas del próximo año. Tras la reunión, Straw se reunió durante 25 minutos con los representantes del grupo de gibraltareños que, en pro de la autodeterminación, se manifiestan en Barcelona frente a la Delegación del Gobierno en Cataluña. Straw les pidió confianza en el proceso, mientras los manifestantes insistieron en que sean ellos quienes decidan su futuro.