ETA pretendía romper la tregua con una masacre de dimensiones desconocidas en España. El director general de la Policía, Juan Cotino, aseguró ayer que el 'comando Madrid' pretendía volar Torre Picasso el 21 de diciembre de 1999 con la explosión de las dos furgonetas bomba cargadas con 1.700 kilos de cloratita que la Guardia Civil interceptó unos días antes en Aragón, lo que se conoció como la 'caravana de la muerte' y que por suerte no llegó a hacer justicia a este apelativo. La ex concejal de Herri Batasuna, líder del 'comando Madrid' desarticulado el pasado martes, Ana Belén Egües, alias 'Dolores', fue la responsable de reconstruir el grupo durante la tregua y era la encargada de apretar el botón que hacía estallar la carga de los coches bomba al paso de la víctima de turno.
En su comparecencia, Cotino explicó que la considerada por las fuerzas antiterroristas como líder del grupo etarra «reconoció en el interrogatorio que iba a colocar las furgonetas bomba en la Torre Picasso». El comando pretendía volver a entrar en escena rompiendo la tregua de la banda en las Navidades de 1999, cuando fue interceptado en Zaragoza un convoy de dos furgonetas cargadas con 1.700 kilos de explosivos por la Guardia Civil, cantidad más que suficiente para volar la torre, según los expertos de la policía. Con sus 157 metros de altura y sus 43 plantas, la Torre Picasso es el edificio más alto de la ciudad de Madrid y en él trabajan a diario 5.000 personas. Cotino recordó que 'Dolores' se encargó desde septiembre de 1999, en «plena tregua», de reconstruir el comando.