El vicepresidente Rodrigo Rato y el ministro Cristóbal Montoro coincidieron ayer en que el Gobierno ya ha asumido su responsabilidad política en el 'caso Gescartera', con dos dimisiones, al tiempo que defendieron la correcta actuación de las administraciones en esta estafa financiera.
Rato defendió la actuación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en los últimos años pero admitió que se produjeron «errores de percepción» en relación a Gescartera y que «la supervisión podría haber sido mejor». En su comparecencia ante la Comisión de Investigación, tanto el vicepresidente segundo y ministro de Economía como el titular de Hacienda afirmaron que la dimisión del secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez Reyna como la de la presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, son una asunción de responsabilidades, «guste o no guste», según Montoro.
Ambos ministros hicieron también un repaso por los numerosos informes internos, auditorías e investigaciones realizadas por sus respectivos departamentos y organismos, en los que se concluye que las distintas administraciones no favorecieron a la agencia de valores Gescartera.
El vicepresidente segundo, cuya comparecencia se prolongó por espacio de más de seis horas y media, fue más allá y anunció que el Gobierno propondrá próximamente una docena de medidas legislativas que tienen como objetivo mejorar la supervisión y evitar en lo posible que vuelva a repetirse un caso similar al de Gescartera. Entre estas medidas destaca la decisión del Ejecutivo de reforzar y fiscalizar las actuaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Asimismo, también anunció que ha ordenado a la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales y al Banco de España que investiguen si existen en España «cuentas numeradas» en entidades financieras.