Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea decidieron ayer en Gante que la lista europea de organizaciones terroristas y grupos que las apoyan vea la luz antes de fin de año. Este punto fue incluido a última hora en la declaración aprobada por los Quince a iniciativa del presidente español, quien resaltó la importancia de esta medida para avanzar en la lucha contra el terrorismo. «El avance que se da es crucial», resaltó Aznar en la rueda de prensa ofrecida al término de la sesión del Consejo. Además, dijo que esperaba que ello tuviera sus consecuencias también para España, momento en el que se felicitó por la nueva operación policial que permitió la desarticulación de «grupos capaces de amparar y practicar el terror».
En cuanto a la posible inclusión de Batasuna en esta lista, recordó que ya se había expresado sobre este asunto, que habría que hablar de estas cuestiones de nuevo y se hizo una pregunta: «¿Usted cómo le llama al concejal de Batasuna que tenía un coche lleno de dinamita en el garaje de su casa dispuesto a hacerlo explotar? ¿Demócrata intachable, pacífico ciudadano?», se cuestionó.
La UE dio ayer un «apoyo inequívoco» a la acción militar de EE UU en Afganistán y recordó que su objetivo sigue siendo la «eliminación de la organización terrorista Al Qaeda». El propósito inicial de incluir también como objetivo de las represalias el «derrocamiento» del régimen talibán no prosperó. La declaración final del Consejo Europeo de Gante menciona a los talibán, pero para resaltar que no han entregado, como se les exigió, a Osama Bin Laden y a los demás dirigentes de la red extremista. Pero aquí y allá en la declaración de Gante los europeos hicieron referencias continuas al «marco definido por las Naciones Unidas», a «la importancia particular» que otorgan a la «información, consulta y coordinación» con Washington, y al respeto de la población civil inocente.
En Afganistán, insistió la declaración de Gante, «el objetivo sigue siendo la eliminación de la organización terrorista Al Qaeda», la cual «está en el origen» de los atentados del 11 de septiembre «y cuyos dirigentes no han sido entregados por el régimen de los talibán». Aunque no hablen de derrocarlos, los Quince afirman que resulta «necesario, a partir de ahora, trabajar bajo la égida de las Naciones Unidas para favorecer la emergencia de un gobierno estable, legítimo y representativo del conjunto de la población afgana».
En otro orden de cosas, los líderes de la UE consideraron también que existe margen para una pronta rebaja de los tipos de interés, pero el Banco Central Europeo exigió una reducción mayor de la inflación. Sin embargo, la reunión se vio ensombrecida por una 'minicumbre' entre el presidente francés, Jacques Chirac; el canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el primer ministro británico, Tony Blair, una hora antes del Consejo Europeo. El temor de los Quince radicaba en que los tres concertaran una posición previa al Consejo Europeo, debilitando así la voz del grupo. Sin embargo, el encuentro se debió a que los tres países participan, o tienen grandes posibilidades de hacerlo, en la operación militar británico-estadounidense en Afganistán.