En la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, fijó la posición del Gobierno y realizó un llamamiento al sentido común. «Que del ejercicio de la dialéctica parlamentaria en una sesión específica se pueda derivar o que eso lleve a la oposición a romper un acuerdo de tal trascendencia como el que nos ocupa, a paralizar no solamente la renovación sino el funcionamiento de instituciones claves, lo único que demuestra es una irresponsabilidad notable y una falta de seriedad bastante importante», dijo Cabanillas en referencia a la actitud del PSOE. Preguntado por la exigencia del PSOE de que Rato rectifique sus acusaciones, Cabanillas preguntó si «se va a rectificar acaso la pregunta» que hizo el portavoz socialista, Jesús Caldera, sobre Gescartera. Además, aclaró que el llamamiento al sentido común no va dirigido a Rato, pues sería «ridículo» tratándose de una persona de su trayectoria, sino a «los que hablan de federalismo asimétrico o socialismo libertario», en alusión al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
El líder socialista volvió a insistir en la necesidad de que el Gobierno desautorice al vicepresidente segundo, con cuya situación se mostró «comprensivo». «En las circunstancias que atraviesa el señor Rato "dijo" sus expresiones en el Parlamento hay que acogerlas con un grado de relatividad e incluso, si me apura, con un grado de comprensión, porque hay que tener comprensión con quien atraviesa por una situación políticamente muy delicada», señaló. No obstante, advirtió de que, «en defensa de la dignidad y de los principios y del valor que le doy a las palabras y al Parlamento, voy a ser tan firme como lo fui durante mucho tiempo en la actitud de diálogo y de llegar a acuerdos con el Gobierno en temas que interesan a los españoles». En esa línea, el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, insistió en que el PSOE suspenderá las negociaciones con el Gobierno sobre la constitución de las órganos constitucionales hasta que no se produzca, no sólo la rectificación de Rato, sino también la desautorización a éste por parte del presidente, José María Aznar.
Rato, sin embargo, afirmó que no puede pedir «excusas» al PSOE «por decir la verdad», y añadió que en la sesión de control del miércoles, a él también se le dijeron «cosas muy fuertes». Además, señaló que fue el portavoz del PSOE, Jesús Caldera, quien le preguntó cuales eran sus criterios para elegir a las personas y él le contestó «preguntándole que si van en serio a proponerme a un señor que, será un señor muy respetable y un magnífico ingeniero agrónomo, pero que desde el punto de vista energético no sé si es la persona más adecuada». «Yo pensé si este señor me pide una cosa le contestaré y entonces les cuento un caso y Caldera y Zapatero se dan cabezazos contra las paredes», añadió.