El ex director general de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal aseguró ayer que el ex ministro de Interior José Barrionuevo le entregó en mano y en metálico una gratificación de doce millones de pesetas. Hasta ahora, sólo había realizado esta acusación contra el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera. Según dijo, percibió un total de 66 millones de pesetas, aunque precisó que creyó que era de «forma legítima, de buena fe». Sancristóbal dio así una versión diferente de la que había venido manteniendo. Explicó la cantidad que había recibido durante su paso por el Gobierno Civil de Vizcaya y la Dirección General de Seguridad y admitió que él mismo había pagado sobresueldos en este segundo cargo a los directores generales de la Policía y la Guardia Civil, siempre con la aprobación, dijo, del ministro Barrionuevo.
Al término de la sesión del juicio, en declaraciones a los periodistas, Barrionuevo ironizó sobre la afirmación de Sancristóbal de que en 1986 le citó por teléfono para entregarle doce o trece millones y dijo que «ya sabía yo que iba a salir una llamada mía». El ex ministro se refirió así a la sentencia del «caso Marey», que le condenó después de considerar probado el Tribunal Supremo que efectuó una llamada telefónica para interesarse por la marcha del secuestro de Segundo Marey. «Hay muchos que se ganan la vida prediciendo el porvenir con muchos menos aciertos de los que yo tengo», dijo Barrionuevo, recordando que durante su declaración en el juicio el pasado lunes ya advirtió de que quizás apareciese una «llamada» suya.
El ex ministro calificó de «cleptómano y mentiroso compulsivo» a Sancristóbal e ironizó sobre el hecho de que, según ha declarado hoy, éste acudiera a tomar un café en el despacho de Barrionuevo provisto de un maletín donde guardó el sobre con el dinero. Sancristóbal presentó un documento que, según dijo, le entregó Barrionuevo en la cárcel, con el fin de añadirlo a la causa, pero la Sala lo rechazó porque no era el momento de presentarla. En el mismo, según dijo, se incluyen consignas para responder en caso de ser interrogado sobre el asunto de los fondos reservados.