La documentación que el ex secretario del Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Antonio José Alonso Ureba, prometió a la comisión de investigación no llegó al Congreso hasta la hora de su intervención. Con esos papeles intentaba probar que el ex director general de Supervisión de la CNMV, David Vives, mintió en su comparecencia de la semana pasada. A través de un fax intentó demostrar que era mentira que él se hubiese reunido con el apoderado de la agencia, José María Ruiz de la Serna. Ese mismo fax se volvió en su contra porque el PSOE sacó dos hojas más de este documento. La información que contenían eran la contestación al requerimiento de Vives, que tardó seis horas en llegar a sus manos.
«Las pruebas irrefutables» que Alonso Ureba prometió a la comisión de investigación parlamentaria sobre Gescartera, y con las que consiguió que se adelantara unos días su intervención, no estuvieron en poder de los diputados hasta el inicio de su comparecencia. El documento estrella del día no llegó de su mano sino del PSOE: Un fax que Ruiz de la Serna envió a Alonso Ureba con un borrador, todavía sin firmar, de respuesta de Gescartera a un requerimiento de Vives.
De otra parte, José Lozano, el abogado del dueño de Gescartera, Antonio Camacho, entregó ayer durante la segunda comparecencia del apoderado de la sociedad ante la Audiencia Nacional, un documento que refleja que en marzo de 2001 la tesorería de la agencia de valores era de tan sólo 11 millones de pesetas.