En la actualidad, Ródenas, natural de Palma, y cuya familia vive en la zona de Foners, está en Madrid, después de que el jueves el juez Baltasar Garzón dictase prisión incondicional por entender que había colaborado con ETA. Así las cosas, de una parte, la coordinadora de Relaciones Internacionales de Batasuna, Arantxa Erasun, aseguró que «Purificación Ródenas tiene derecho a ser repatriada a una prisión de las Balears». Erasun añadió que «nosotros no hacemos ninguna distinción a la hora de pedir estos derechos entre los que son vascos y los que no».
Igualmente, Juan Mari Olano, coordinador nacional de Gestoras Pro Amnistía, afirmó que «pedimos que Purificación Ródenas sea trasladada a la prisión más próxima a su domicilio, en este caso a Balears». Olano explicó que «siempre hemos defendido que los presos y las presas, todos, sean políticos o sociales, tienen perfecto derecho a ser trasladados a la prisión más próxima a su domicilio. El principio básico del encarcelamiento es la reinserción y ésta no se puede dar fuera de su ámbito social y familiar.
Es más, Olano aseguró que «aunque no hay sentencias internacionales respecto a esta cuestión, el Parlamento Europeo, El Tribunal Europeo de Derechos Humanos y otros organismo se han pronunciado sobre el tema y han pedido al Estado español que reoriente su política penitenciaria». Más allá del aspecto legal, se refirió al aspecto humano y aseguró que «la dispersión es un doble castigo: por una parte se castiga al preso y por la otra, se condena a su familia. En algunos casos, presos políticos vascos han sido trasladados a Canarias, lo que implica un gasto de hasta 78.000 pesetas a un familiar para ir a verle.
En el caso de Purificación Ródenas se da un caso parecido, su familia vive en Palma y los gastos que tendrán para ir a verla serán terribles e incluso supondrán la pérdida de días de trabajo». Olano recordó finalmente que «todo ello sin tener en cuenta cuando se producen muertes en los desplazamientos por carretera de las familias, como ya ha sucedido».