Dos ertzainas que viajaban en coche camulflado resultaron heridos la pasada madrugada en la localidad vizcaína de Portugalete, tras ser atacados por un grupo de encapuchados que les lanzaron cócteles molotov, en una jornada en la que el terrorismo callejero volvió a ser el protagonista. Uno de los agentes sufre heridas de pronóstico muy grave en el 30% de su cuerpo, mientras el otro ertzaina sufre quemaduras graves en cara y espalda. Un tercer agente resultó con la ropa quemada en la emboscada, aunque no sufrió heridas. Los incidentes se produjeron en torno a la 1.10 de la madrugada de ayer, después de que la Policía local avisará a la Ertzaintza de la presencia de un grupo de encapuchados en el centro de la ciudad vizcaína. Al acudir al lugar, los encapuchados, que se encontraban a bordo de un vehículo, les lanzaron piedras y cócteles molotov con ácido.
Tras el ataque, los ertzainas fueron trasladados al hospital de Cruces-Barakaldo de la localidad, donde se encuentran ingresados. Uno de los agentes, de 48 años de edad, tiene quemaduras de pronóstico muy grave en el 30 por ciento de su cuerpo. Así, sufre quemaduras de primero, segundo y tercer grado en cara, extremidad superior y espalda. El segundo agente, de 32 años, presenta quemaduras de segundo y tercer grado en el 10 por ciento de su cuerpo, que afectan a cara y espalda.
El consejero de Interior vasco, Javier Balza, señaló que los agentes «cayeron en una auténtica emboscada organizada por los radicales» y aseguró que no se trataba de unos simples sabotajes, sino que todo «estaba montado para hacer este daño y hacer una emboscada a las patrullas que llegaran». Además, señaló que en la misma zona del ataque a los agentes se encontró diverso material, como 13 cócteles molotov sin explotar, una lanzadera, siete cohetes y una tornillería vacía.
Balza realizó estas declaraciones a su salida del Hospital de Cruces, en Barakaldo (Vizcaya), en donde visitó a los dos agentes heridos. Tras confirmar la utilización de ácido, indicó que «después de los hechos se ha recogido mucho material de utilización habitual en la ´kale borroka´ y la pronta llegada de otras unidades consiguió que los daños no fueran todavía más graves. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se desplazó también al centro asistencial, en el que permaneció reunido con los familiares.