Así se desprende de las declaraciones de Juan José Ibarretxe y el ministro Portavoz, Pío Cabanillas, en sendas comparecencias en las que dieron cuenta del resultado de la entrevista de algo más de dos horas mantenida en el Palacio de la Moncloa por el jefe del Ejecutivo y el lehendakari. En ella Aznar se mostró ayer «completamente abierto» al diálogo y propuso al lehendakari, Juan José Ibarretxe, un plan de «cooperación integral» contra el terrorismo, pero dijo que «no hay cabida para estrategias de superación del marco jurídico y político» vigente. Por su parte, Ibarretxe, le solicitó iniciar una etapa caracterizada por el diálogo institucional «que es lo que ha fallado en el pasado» y le pidió la creación de una comisión política «del más alto nivel» entre las dos Administraciones para estudiar la forma de desbloquear el Estatuto, del que quedan pendientes 38 transferencias, entre ellas, Inem y Seguridad Social.
Al respecto, Aznar ofreció reuniones de las comisiones técnicas correspondientes sobre las transferencias y recordó que estos órganos están previstos en el entramado institucional, por lo que «no hay razón para no utilizar este instrumento que ha funcionado en tantas ocasiones». El jefe del Ejecutivo trasladó la «prioridad absoluta» que requiere la lucha contra el terrorismo y, con ese objetivo, planteó una serie de iniciativas, entre ellas, una reunión inmediata entre el ministro Mariano Rajoy y el consejero vasco Javier Balza que aborde la relación institucional para su persecución. Planteó también un compromiso de «cooperación integral» en materia antiterrorista, en el que se incluya una colaboración «sin fisuras» de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y un plan de acción contra el terrorismo callejero.
Además insistió en que es «esencial» que se adopten iniciativas de unidad democrática para aislar y sustituir a responsables políticos del entorno de ETA en los ayuntamientos donde gobiernan con el consentimiento del PNV y EA y ofreció un diálogo «en el Estatuto y para el Estatuto» sobre bases claras. Por su parte, Ibarretxe consideró que con la reunión de ayer se marca una nueva etapa para «acabar con la incomunicación» e insistió en que no quiere polemizar, ni buscar el enfrentamiento «cuando de la violencia de ETA hablamos». Entre las cuestiones para hablar, citó, el autogobierno, la soberanía, el Estatuto, la Constitución y «de la voluntad de la sociedad vasca».
Ibarretxe precisó que «ha llegado la hora de hacer política», toda vez que «lo que no quiere de ninguna manera ETA es que en Euskadi se haga política y nosotros tenemos que declarar que ha llegado la hora de hacer política con mayúsculas entre todos». «Mi aspiración -afirmó- es desarrollar Euskadi como un país integral, cohesionado y en el que los ciudadanos siempre tengan la palabra para decidir su propio futuro».