El Departamento de Interior del Gobierno vasco prohibió todos los actos y manifestaciones convocadas por Gestoras pro Amnistía en homenaje a la etarra Olaia Castresana, que murió manipulando un explosivo en Torrevieja. El cuerpo de la fallecida no será entregado a sus familiares dentro de diez o quince días, cuando se terminen las pruebas del ADN.
Así, el Departamento que dirige Javier Balza, uno de los consejeros más criticados por los partidos de la oposición por su tibieza en la lucha contra el terrorismo, prohibió las movilizaciones convocadas, debido a que podrían constituir un delito de apología del terrorismo. A las ocho de ayer tendría que haberse celebrado una concentración en todos los pueblos de Euskadi y Navarra, convocada por Gestoras. Para hoy, las organizaciones de la izquierda abertzale habían convocado en San Sebastián una manifestación a las doce de la mañana y un homenaje, en el mismo lugar a las 19.00 horas.
Los homenajes puede que lleguen cuando se entregue a sus familiares el cuerpo de la etarra. Eso sí, esto no ocurrirá hasta dentro de diez o quince días, cuando se tengan los resultados de la prueba del ADN, ya que el cuerpo, que sigue en las dependencias del tanatorio local, quedó totalmente destrozado. Así se lo comunicó a sus padres, que acudieron a Torrevieja, el juez de guardia.
Tras la noche del miércoles, en la que los proetarras lamentaron la muerte de la terrorista Olaia Castresana a su manera, con actos de violencia callejera, en la madrugada de ayer en que se inició la jornada de lucha convocada por Gestoras pro Aministía, se repitieron estos hechos en diversos municipios guipuzcoanos y vizcaínos. En San Sebastián, la Ertzaintza detuvo a un joven de 23, I.A.G., que estaba realizando pintadas en dos autobuses urbanos recordando a la activista de ETA que murió en Torrevieja.