El presidente del Ejecutivo, José María Aznar, exigió ayer al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que diga con claridad si su objetivo es «desgajar» el País Vasco del resto de España. El final de este enfrentamiento podría llegar en cuanto fructifiquen los contactos que ha iniciado Lehedakaritza para que Ibarretxe se reúna con Aznar y con el Rey. Mientras tanto, el conflicto continúa, pero ahora se ha extendido al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, censuraron al líder socialista. El líder abertzale llegó a acusar a Rodríguez Zapatero de apología del terrorismo al avisar de que cualquier propuesta de autodeterminación que llegue a las Cortes generales será tumbada por PP y PSOE, con lo que la fuerza armada de ETA quedaría justificada.
Que Ibarretxe hable claro. Eso es lo que pretende José María Aznar, para saber si el objetivo final del debate sobre el derecho de autodeterminación que impulsa el lehendakari tiene como fin previsto «desgajar una parte del territorio nacional». Según explicó, es hora de abandonar los eufemismos. Esas propuestas, dijo, tienen que estar limitadas por la Constitución y el Estatuto, por lo que las propuestas de los nacionalistas, «evidentemente, irán a las Cortes Generales». Eso sí, precisó que «el derecho de autodeterminación no está reconocido en ningún sitio del mundo, en ninguna Constitución», por lo que no recomienda «a nadie» que haga propuestas de este estilo.
Aunque Anzar cree que Ibarretxe se equivoca, no rehuirá el debate sobre autodeterminación. De hecho, aseguró estar deseando que llegue la oportunidad de «explicar por todas partes que pueda como la primera vez en la historia que el País Vasco aparece como entidad jurídica es ahora; que ahora es cuando goza del mayor autogobierno de Europa y del mundo».