El parlamentario foral Pablo Muñoz renunció a su escaño en EH ayer por la mañana y por la tarde hizo lo mismo Patxi Zabaleta en el registro del Ayuntamiento de Pamplona. «Algunos hemos dejado muchos años, muchos sudores y hemos hecho muchas aportaciones en el campo de la política y no sólo en Pamplona y en Navarra, pero nadie nos va a adelantar en la apuesta de la honradez», señaló Zabaleta.
Zabaleta aclaró que la dirección de Batasuna «sabía» que Pablo Muñoz tenía intención «desde hace tiempo» de dimitir por lo que, opinó que «no tenía que haber realizado ninguna petición». Respecto al porcentaje que representan entre la masa social de la izquierda abertzale, y que el miércoles el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, cifró en el 5 por ciento, Patxi Zabaleta señaló que «el futuro dirá si nuestra sensibilidad es mayoritaria o minoritaria». Comentó sin embargo que han recibido la comunicación de «cientos de personas que se adhieren cada día a nuestros postulados». Por otro lado, el histórico dirigente de HB dijo que los miembros de Aralar no tienen previsto tomar «ningún tipo de medidas» especiales de protección tras adoptar esta decisión.
Zabaleta señaló que a la izquierda abertzale «no le ha hecho daño más que el final de la tregua, no acudir a las elecciones, abandonar el Parlamento de Vitoria, convocar huelgas sin sentido, gastar fuerzas políticas en una construcción nacional imposible, abandonar las ideas de diálogo y negociación y la falta de capacidad para la autocrítica». Por ello, criticó que la ponencia base de Batasuna «sacraliza» esta forma de actuación. Por contra, señaló que Aralar apuesta «por la independencia de Euskal Herria, el socialismo y Europa», sin que existan para ello «más caminos que la democracia».