Las reacciones a la petición de la Junta de Fiscales de citar como imputado al ministro de Exteriores, Josep Piqué, por el 'caso Ertoil', no se hicieron esperar. El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, aseguró que Josep Piqué «tiene razón para estar tranquilo» y, tras alabar su labor en el Ministerio de Exteriores, subrayó que el Gobierno está tranquilo y no tiene nada que plantearse respecto a su posible destitución. Tras la decisión de los fiscales del Supremo, adoptada por diez votos contra dos, el PSOE expresó su confianza en que «no haya ningún obstáculo» para que Piqué comparezca ante los tribunales, y pidió al presidente del Gobierno, José María Aznar, que sea coherente y aplique a Piqué la misma «doctrina» que defendió en la oposición.
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Jesús Caldera, consideró que «parece bastante fundamentado» que hay indicios de criminalidad en la participación de Josep Piqué en la venta de Ertoil, aunque reconoció que la decisión de la Junta de Fiscales «no significa que Piqué sea culpable». Sin embargo, Caldera subrayó que «para Aznar sí lo habría sido», y pidió al presidente del Gobierno que sea coherente y aplique al ministro los mismos criterios que defendió al frente del PP durante su etapa en la oposición. Preguntado sobre la posibilidad de que Aznar destituya al ministro, Caldera dijo que Aznar «sabrá lo que tiene que hacer», pero recordó que en octubre de 1986 Aznar dio 24 horas para que Demetrio Madrid, entonces presidente de Castilla y León, presentara su dimisión por «un asunto privado».
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, exigió al presidente del Gobierno, José María Aznar, el cese «inmediato y fulminante» del ministro, y advirtió de que si Aznar no lo hace significará que «no sólo defiende, sino que comparte su actuación», por lo que, a su juicio, será «tan responsable o más» que el ministro respecto a los delitos que se le imputan. Al igual que Llamazares, distintos portavoces de IC, BNG y ERC solicitaron la dimisión o destitución del ministro de Asuntos Exteriores. EFE
El portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, consideró que la decisión de los fiscales en el 'caso Ertoil' es «una decisión compleja» que obliga al ministro de Exteriores, Josep Piqué, a explicarse, aunque apeló a la presunción de inocencia para eludir comentar otras posibles consecuencias. El portavoz parlamentario del PNV, Iñaki Anasagasti, manifestó por su parte que si finalmente el ministro de Exteriores es imputado en el Tribunal Supremo debe presentar su dimisión porque, además de ser visto por la gente «asediado y bajo sospecha», quedaría en una «difícil situación de desgaste tanto para él como para el Gobierno».