España, el país que afronta un mayor problema de envejecimiento de la población en la OCDE, debe «reducir la generosidad» de su sistema de pensiones, así como hacer nuevos esfuerzos para flexibilizar el mercado laboral y mejorar la productividad, según un informe de la organización divulgado ayer.
Nada más conocerse el documento, el secretario de Estado de Economía, José Folgado, expresó su desacuerdo con que el sistema público de pensiones sea «demasiado generoso», mientras que el PSOE dijo que es viable y sostenible, y los sindicatos afirmaron que el informe carece de rigor y es una «auténtica barbaridad».
El informe señala que la «reducción de la generosidad» del sistema de pensiones es «indispensable para que España se prepare ante las dificultades que resultan del envejecimiento de la población», ya que «las reformas laborales no han reducido el impacto sobre las pensiones».
Destaca que en España «los parámetros actuales de cálculo de las pensiones son más generosos que en la mayor parte del resto de los países de la OCDE» y su coste podría aumentar unos ocho puntos del PIB en el 2050. El informe descarta un aumento de las cotizaciones y propugna que la pensión se calcule «a partir de los ingresos de toda la vida profesional y no de los últimos 15 años» y que se eleve de 35 a 40 años el periodo de cotización necesario para recibir el cien por cien de la pensión.