El vehículo, cargado entre 25 y 40 kilos de dinamita, había sido robado hace unos dos meses en Pau (Francia) y pudo ser trasladado a Logroño por un comando itinerante, según la hipótesis con la que trabajan las fuerzas de Seguridad del Estado. El coche bomba explosionó en la esquina de las calles Víctor Pradera y Gran Vía y causó abundantes daños en el número 14 de esta última calle, un edificio de 19 plantas llamado Torre de Logroño, en el que además de viviendas hay numerosos despachos profesionales, y en inmuebles colindantes.
Previamente, en la DYA de San Sebastián y en SOS Rioja de Logroño se recibieron cuatro llamadas -dos en cada una de estas organizaciones asistenciales- en las que un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA avisó de la colocación del coche bomba, lo que permitió a la policía desalojar la zona en un radio de cerca de 400 metros y evitar así daños personales. La policía localizó el coche, un Fiat Tempra de color blanco con matrículas dobladas de Navarra, diez minutos antes de que estallara a unos 300 metros del lugar donde el comunicante de ETA aseguró que había sido colocado, y no se produjeron víctimas gracias a que el amplio cordón policial incluía el lugar del atentado.
Los servicios de urgencia del Hospital San Millán informaron de que habían atendido a dos heridos leves, uno de ellos con un corte en el brazo que necesitó varios puntos de sutura y otro con traumatismo en un oído. El vehículo, que había sido robado el 3 ó 4 de abril pasado en Pau (Francia), se introdujo en La Rioja el viernes o el sábado y se encontraba probablemente aparcado en el lugar de la explosión desde anoche, según fuentes de la lucha antiterrorista.