Los viajeros son quienes van a pagar la huelga anunciada por los pilotos de Iberia para este verano. Así lo creen oposición, sindicatos y las asociaciones de consumidores, que ven en los paros anunciados por el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) en plena época estival como un factor negativo para los usuarios, que acaban siendo siempre los «rehenes» y «escudos» contra la compañía. Desde el Gobierno se pide a los pilotos que se sienten a hablar para que sus reivindicaciones no trasciendan al desarrollo de la empresa turística española.
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, abogó ayer porque el SEPLA e Iberia dialoguen para tratar de evitar la huelga convocada para este verano. «No pueden ser los ciudadanos españoles los que paguen las consecuencias de la ausencia o de la falta de un acuerdo», dijo.
Por su parte, el secretario general del UGT, Cándido Méndez, aseguró que la huelga de pilotos es «muy negativa» y que al final, el usuario siempre es el «rehén» y «el que paga las consecuencias».
Desde la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), Antonio López, pidió a los pilotos de Iberia que «no se utilice a los usuarios como rehenes y escudos contra la compañía». Además, López recordó que este colectivo «está muy beneficiado económicamente y percibe un salario muy superior al de la media española». En su opinión, los pilotos están «chantajeando a la compañía a través de los usuarios y eso es algo inadmisible».
Asimismo, el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, Vicente Martínez Pujalte, pidió «altas dosis de responsabilidad» a los pilotos de Iberia para que la huelga convocada por SEPLA no distorsione el desarrollo turístico este verano y no entorpezca el crecimiento y el empleo en España.