El precio de la gasolina sin plomo de 95 octanos, la de mayor consumo en España, ha aumentado un 11 por ciento en lo que va de año y supera el máximo registrado durante el pasado ejercicio, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Así, la gasolina sin plomo pasó de costar 131'09 pesetas en las estaciones de servicio españolas a principios del mes de enero a un promedio de 145'65 pesetas por litro en la actualidad, lo que arroja un diferencial de 14'55 pesetas y es el precio más alto de su historia.
Este precio supera el máximo registrado en el año 2000, pese a que en la actualidad el barril de crudo Brent cotiza a unos 28'29 dólares, frente a los 35 dólares que alcanzó en octubre del pasado ejercicio. Además, el año 2000 fue el escenario de una crisis petrolera que provocó una escalada del precio de los carburantes, que remitió en noviembre y diciembre. En concreto, el Boletín Petrolero de la UE de finales de octubre reflejaba un precio de la gasolina sin plomo de 95 octanos de 144'9 pesetas por litro, que a finales de año se situaba en 141'18 pesetas, frente a las 145'65 pesetas en que se sitúa actualmente.
Las petroleras que operan en España han achacado este incremento al alza de las cotizaciones internacionales de los productos y a la situación del dólar frente al euro. A pesar de que este precio sigue reflejando un aumento respecto al de principios de año, España se mantiene como uno de los países europeos más baratos a la hora de comprar carburantes. En concreto, el coste de la gasolina sin plomo de 95 octanos es el tercero más bajo de la UE, sólo por encima de Grecia (144'42 pesetas por litro) e Irlanda (139'43 pesetas).