Aunque ratifica el pacto antiterrorista con los socialistas, el presidente del Gobierno pidió a la oposición que no introduzca elementos de confusión y que «hable claro». El jefe del Ejecutivo ha reiterado su disposición al diálogo con el Gobierno vasco en el marco de las relaciones institucionales y añadió que éste se debe producir en el marco constitucional. Aznar hizo estas declaraciones en la Convención regional del PP de Aragón celebrada en Zaragoza, en la que se presentó a Gustavo Alcalde como nuevo presidente de esta formación política en la Comunidad Autónoma en sustitución de Manuel Giménez Abad, asesinado por ETA el pasado día 6 y al que se rindió ayer un homenaje.
El presidente aseguró que las elecciones del 13-M ha sido la primera vez que en el País Vasco se ha planteado una alternativa al nacionalismo, una posición que en ningún caso el PP concibe como una cruzada contra esta ideología. Reconoció que el partido acudió a las elecciones con el deseo de que se produjese un cambio político pero que no ha visto culminada esa aspiración. En su opinión, el problema es que la sociedad vasca y la situación del País Vasco «no estaba lo suficientemente madura para recibir nuestro mensaje de cambio».
Pero el PP asegura seguir manteniendo sus convicciones y su apoyo incuestionable a los compañeros del País Vasco, que soportan una situación más difícil que en otros lugares de España, por lo que el presidente les pidió que «nadie tenga la tentación de dejarlo porque saben que todos estamos detrás». Aznar apuntó como primera obligación la de «no dar ni un paso atrás» y continuar en País Vasco, sabiendo que tienen el respaldo del partido y del Gobierno.
Aznar explicó que los integrantes del partido se deben a los 575.000 votantes que han mostrado su preferencia por el conjunto de los partidos constitucionalistas. Aznar apuntó una tercera obligación con el «conjunto de España» donde dijo que se habían generado muchas expectativas y donde, a su juicio, ha habido «decepción». Por ello, abogó por «seguir trabajando» e insistió en que el PP mantiene un compromiso con la convivencia pacífica.
Aznar lanzó un mensaje a los socialistas a los que instó a hablar con claridad. A este respecto expresó su confianza para que todos tengan el «suficiente coraje» para sacar consecuencias de «coherencia y responsabilidad» tras los comicios e insistió en la necesidad de que «no se establezcan elementos de confusión y no se haga de los puntos de encuentro, puntos de desencuentro». Además se lamentó que «haya veletas más firmes que las convicciones que tienen algunos que circulan por la vida española», citando una serie de prioridades tras el 13-M, entre las que ha situado la ratificación de los acuerdos con el PSOE.