El presidente del Gobierno, José María Aznar, acusó anoche a los dirigentes del PNV de haber «pegado el mayor pelotazo en la vida española en mucho tiempo, el de vivir a expensas del miedo de los demás», pero vaticinó que se va a acabar y aseguró que estos dirigentes tienen «vértigo y pánico a dejar el poder». Aznar se expresó así en el acto electoral celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao en apoyo de la candidatura como lehendakari de Jaime Mayor Oreja y que se convirtió en un homenaje del presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, asesinado el pasado domingo en atentado terrorista.
El presidente del Gobierno hizo hincapié en que «nadie tiene que temer nada el día 13» ni tiene que tener miedo a «la alternativa de la libertad» y la victoria del PP y dijo que el único miedo que va a quedar ese día es el que van a tener en el cuerpo todos los asesinos y sus cómplices. Al hilo de esa consideración, acusó a los dirigentes del PNV de haber vivido mucho tiempo y de vivir aún del miedo, del engaño y del cuento y dijo que tienen «vértigo y pánico» a dejar el poder y que la sociedad vasca se encuentre con la libertad.
Horas antes, Mayor Oreja aseguró que no tendría ninguna duda en aceptar ser elegido lehendakari con el apoyo de los socialistas en la segunda vuelta de la investidura, en el caso de que Ibarretxe renunciara a los votos de EH en la primera vuelta. «Si el señor Ibarretxe no se presenta al debate de investidura porque no tiene una mayoría previa, evidentemente que sí que lo haría, suponiendo que tuviera antes una mayoría con el Partido Socialista», subrayó Mayor.
Además, explicó sus compromisos en materia de seguridad y el primero de ellos consiste en terminar con la «injerencia política» y la «manipulación partidista» de la Ertzaintza, que será, según explicó un cuerpo policial especializado en la lucha contra la violencia callejera, que sume sus esfuerzos a los de la Guardia Civil, la Policía, Europol y el Espacio Judicial y de Seguridad europeo.