La ministra Ana Birulés, anunció ayer a operadores y fabricantes del sector de las telecomunicaciones que el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha decidido aplazar un año la fecha límite para la puesta en marcha de los servicios móviles de tercera generación (UMTS), que pasa así del 1 de agosto de 2001 al 1 de junio de 2002. Además, también se pospone el concurso para adjudicar dos nuevas licencias de GSM, que tenía previsto adjudicar en los próximos meses.
El Gobierno explica este retraso por los problemas de disponibilidad de terminales y equipamiento de redes para esta tecnología. No obstante, anunció que mantendrá un seguimiento constante de la disponibilidad de la tecnología UMTS para adaptar sus actuaciones a los calendarios de la evolución tecnológica.
Además, el Ministerio ha decidido posponer la convocatoria del concurso de las dos licencias de telefonía móvil GSM que tenía previsto adjudicar en los próximos meses. Esta decisión ha sido tomada para permitir a los operadores actuales ofrecer servicios de acceso a Internet mediante la tecnología GPRS en el espacio radioeléctrico que iban a ocupar esas dos nuevas licencias. La convocatoria de esta nueva licencia se estudiará en función de la disponibilidad del espectro «cuando la tecnología UMTS sea una realidad».
La decisión del Departamento que dirige Anna Birulés se produce a raíz de las conclusiones de la encuesta pública que Ciencia y Tecnología abrió entre operadores de telecomunicaciones, fabricantes de equipos y agentes del sector, en la que se puso de manifiesto la inviabilidad de la entrada en funcionamiento de la telefonía UMTS el próximo 1 de agosto, como estaba previsto en un principio. Hace unas semanas, los operadores de telefonía móvil (Telefónica Móviles, Airtel, Amena y Xfera) informaron a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, de que la falta de terminales impedirán cumplir el plazo oficial para la puesta en marcha del UMTS.