El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer que la oposición que está teniendo el Gobierno es «inestable, se ha demostrado «incoherente» y está «sencillamente ausente». Estos son los calificativos que resumen la actuación del PSOE según explicó Aznar ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, que se reunió ayer en Bilbao. El jefe del Ejecutivo acusó a los socialistas de falta de capacidad para opinar y, dijo, eso «hace difícil llegar a acuerdos con ellos». No obstante, precisó que el PP no va a dejar de intentar el diálogo, asegurando que esta es la tónica que ha caracterizado este año de Gobierno popular con mayoría absoluta.
Aznar reconoció que durante este año, el Ejecutivo ha tenido que superar algunas crisis, como la de los carburantes o las vacas locas, pero precisó que eso se ha afrontado y con un desgaste político mucho menor que el de otros gobiernos europeos. Se centró, en concreto en el último trimestre del año, para asegurar que si alguien ha sufrido un desgaste no ha sido el Gobierno sino la oposición ya que, el PP, recordó en referencia a la diferencia con los socialistas, no ha parcelado su actuación en intereses territoriales.
Por otra parte, Aznar no podía eludir hablar del País Vasco al encontrarse en Bilbao. Ayer rechazó los proyectos para Euskadi que «venden utopías sangrientas y totalitarias, las hagan en nombre de la raza, de un pueblo o de una nación». El jefe del Ejecutivo subrayó que la sociedad vasca necesita «hoy más que nunca la unidad y complicidad de lo mejor de ella, de los universitarios, de los educadores, de los medios de comunicación, del mundo empresarial, del sindicalismo democrático, de las instituciones religiosas, de las organizaciones sociales y de todas las personas que aportan valores con los que hacer una sociedad libre».
Aznar lamentó que el PP y el PSOE en el País Vasco hayan tenido que «aguantar, sufrir y, muchas veces, morir», pero reiteró que su partido no está para «seguir soportando», sino para «cambiar las cosas y gobernar». La defensa de la libertad en el País Vasco es el principal objetivo de su formación política, según Aznar, quien defendió un Gobierno autonómico que abogue por un modelo «abierto, plural y celoso de su autogobierno y capaz de articular su singularidad cultural, histórica e institucional en el marco constitucional de convivencia y en el ámbito de la construcción europea».