El departamento vasco de Interior responsabilizó a los escoltas del candidato a lehendakari del PP de no haber alertado con antelación de su presencia en la EITB en Iurreta, donde ayer por la mañana se registró una confusión que hizo pensar a los escoltas de Mayor Oreja de un posible atentado en un incidente por el que el PP acusó a la Ertzaintza de «imprudencia». Tanto la Consejería de Interior del Ejecutivo autonómico como el ministro del Interior, Mariano Rajoy, desmintieron ayer tarde que lo ocurrido cuando Mayor Oreja se encontraba en los estudios de la televisión vasca fuese un intento de atentado contra el candidato del PP.
Por su parte, la Delegación del Gobierno en el País Vasco calificó de «impecable» la actuación del equipo de escoltas de Mayor Oreja y recalcó que «la Ertzaintza conocía perfectamente la presencia, a partir de las 8'30 horas de la mañana de ayer». El propio Mayor Oreja expresó su confianza en la labor de la policía autónoma vasca y afirmó que «son las autoridades policiales, la Ertzaintza, las que tendrán que explicar exactamente lo que ha sucedido», al tiempo que aseguró que no tiene «ninguna razón» ni para inquietarse más, ni para inquietar más a nadie.
El departamento vasco de interior explicó en un comunicado que la «alarma» suscitada en torno a la seguridad del ex ministro de Interior vino dada por un «ejercicio rutinario» que efectivos de las unidades de desactivación de explosivos y de la Brigada Móvil de la Ertzaintza realizaron ayer por la mañana en las cercanías de las instalaciones que la policía autónoma tiene en Iurreta. Estas maniobras, previstas «con antelación», según el Gobierno vasco, consistían en la búsqueda de un lanzagranadas en una zona montañosa de esa localidad próxima a Bilbao.
Según informó un portavoz de la Ertzaintza, la alerta se produjo cuando personas del servicio de seguridad de Mayor Oreja mantuvieron «un contacto informal» con un coche patrulla de la policía autónoma que realizaba labores de seguridad ciudadana en Iurreta. Los integrantes de esta dotación desconocían que se estaba efectuando el simulacro y comunicaron a sus interlocutores que habían oído por la radio interna de la Ertzaintza que se había localizado un lanzagranadas en un monte cercano.