El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera se sentarán en los próximos días a debatir sobre un posible pacto de Estado en materia de inmigración entre el Partido Popular y el PSOE.
Esta decisión de los dos partidos mayoritarios ha sido muy criticada por el resto de las fuerzas políticas, especialmente por IU y CiU, que no comprenden que se les deje a priori fuera del posible acuerdo.
Después de que el PP contestara afirmativamente a la petición socialista de una negociación para conseguir un pacto de Estado en materia de Inmigración, ayer se conocieron los nombres de las cabezas visibles de ambos partidos. Serán el ministro del Interior y el portavoz socialista en el Congreso.
Oreja y Caldera comenzarán esta misma semana las negociaciones para tratar de sentar las bases. En cualquier caso, desde el PP se apresuraron a poner límites a los encuentros. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, aseguró que «no entra en el sueldo del Gobierno reformar leyes como la de Extranjería sólo para arreglar los problemas del PSOE».
Desde el PSOE pidieron a Mayor Oreja la mayor diligencia posible para alcanzar el pacto, ante su probable candidatura a lehendakari, después de que Juan José Ibarretxe anunciara hoy la fecha de las elecciones vascas para el próximo 13 de mayo. Además, Caldera solicitó al Ejecutivo que no aplique sanciones a los inmigrantes indocumentados mientras dura el período de negociaciones.
El hecho de que PP y PSOE, en principio, no cuenten con el resto de los partidos fue muy criticado. El portavoz del partido nacionalista en el Congreso, Xavier Trías, argumentó que se equivocan al dejar fuera al resto de los partidos y además denunció que la inmigración se esté convirtiendo en un asunto de confrontación partidista «que perjudica clarísimamente a los inmigrantes».