El lehendakari, Juan José Ibarretxe, reivindicó ayer «frente al no de ETA a la vida, y frente al no del PP y el PSOE en torno al diálogo, el sí a la vida, al diálogo y a poder vivir juntos pensando diferente». En ese sentido, aseguró que «no hay salida» al conflicto vasco «con violencia, sin diálogo, negando las ideas del otro y diciéndole que para sentarse con él debe olvidar su forma de pensar».
Ibarretxe realizó estas declaraciones en el transcurso del acto que ayer celebró en el centro Kursaal donostiarra para presentar su compromiso social en favor de la no violencia y el diálogo, que fue leído, en euskera y castellano, por Cristina Sagarzazu, viuda del ertzainza Moncho Doral, su hermana Idoia, el Iñaki Perurera, el entrenador de futbol Xabier Azkargorta, el responsable de AEK, Erramun Osa, el filósofo Javier Sádaba y la académica de Euskaltzaindia Miren Azkarate.
Dichas personalidades dieron a conocer a los más de 3.000 asistentes al acto convocado por el lehendakari, las cuatro vías que propone Ibarretxe para conseguir la paz en el País Vasco y que son, la no-violencia y defensa de los Derechos Humanos, el diálogo político, el respeto a las decisiones de la sociedad vasca y la construcción social.
El acto sólo contó con el respaldo de los dos partidos coaligados en el Gobierno Vasco, PNV y EA, ya que todas las formaciones de la oposición en el Parlamento autonómico, PP, PSE/EE, EH, EB/IU y UA, han mostrado públicamente su rechazo a la iniciativa del lehendakari. El presidente el PP de Euskadi, Carlos Iturgaiz, calificó de «nuevo fracaso» del lehendakari la convocatoria del acto al que considera más un símbolo de campaña electoral que una fórmula para normalizar la situación del País Vasco. «Ibarretxe se ha vuelto a quedar solo porque no tiene nada que decir a la sociedad vasca», afirmó.
El secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo Terreros, calificó de «mitin del PNV, que tiene un tufillo de lo que recordamos como democracia orgánica» el acto. El coordinador general de IU-EB, Javier Madrazo, advirtió al lehendakari que no tenga la «intención de patrimonializar» los principios de no violencia y de diálogo, ya que son las aspiraciones de la mayor parte de la sociedad vasca. Por su parte, el Foro de Ermua lo calificó de «mascarada política». A las críticas se sumó también la Asociación Víctimas del Terrorismo.