Entre las medidas que el Gobierno se ha comprometido a revisar en 60 días los permisos denegados cuando terminó el plazo de presentar los papeles de regularización y que fueron denegados. Pero llama la atención el hecho de que quiera revisar el resto de casos por «razones humanitarias». Todos los inmigrantes «sin papeles» tendrán, de este modo, la posibilidad de regularizar su situación en España.
Mientras, Madrid y Valencia se echaron ayer a la calle para protestar ante la nueva Ley de Extranjería y exigir la legalización de los «sin papeles». Entre 7.000 y 10.000 personas, según fuentes policiales se manifestaron en la capital para pedir la regularización inmediata de todos los inmigrantes y el reconocimiento de sus derechos. Mientras en Valencia, más de 6.000 personas se movilizaron contra la nueva normativa y a favor de la exención de visados por razones humanitarias.
Los inmigrantes exigieron que se regularice inmediatamente su situación, que se deroge la Ley de Extranjería y que se permita la libre circulación de personas, y no sólo de mercancías y capitales.
Por otra parte, la desobediencia civil en preceptos de la Ley de Extranjería como ofrecer alojamiento o trabajo fue una de las propuestas más barajadas ayer durante el encuentro que han celebrado en Barcelona durante este fin de semana los inmigrantes encerrados en varias iglesias de toda España. La portavoz de los inmigrantes encerrados en ocho templos barceloneses, Norma Falconi, explicó que la reunión de ayer en la iglesia de Sant Agustí reunió a cerca de 300 personas.
Falconi señaló que en ella se acordó convocar una «jornada de lucha estatal» para los próximos días 17 y 18 de febrero. Además de la desobediencia civil de la ciudadanía, durante la asamblea barcelonesa se han registrado otros planteamientos como el de pedir a los ayuntamientos que se impugne la Ley de Extranjería.