Las obras del Plan Hidrológico Nacional, aprobado en Consejo de Ministros con una inversión total de 3'8 billones, se ejecutarán en el plazo de ocho años, informó ayer el titular de Medio Ambiente, Jaume Matas, que reiteró su voluntad de consenso a todas las autonomías, en especial a Aragón. En conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros, Matas advirtió que en la negociación del proyecto con los grupos parlamentarios no se incorporará ninguna «petición que suponga empeorarlo», «todo lo que sea dejar a España sin una solución al problema no es admisible».
Después de subrayar el elevado consenso alcanzado en torno al Plan Hidrológico (PHN), incluidos los regantes y usuarios «que son los que más saben de agua», explicó que el proyecto de ley «no está previsto tramitarlo en el Parlamento por la vía de urgencia», y se aprobará «previsiblemente» este año. Enfatizó asimismo que el Plan Hidrológico «no va contra nadie sino a favor de todos, resolver el problema del agua está por encima de los costes políticos inmediatos que pueda tener. Se ha hecho pensando en las necesidades de los ciudadanos y no en los territorios».
Calculó, por otro lado, que la inversión anual necesaria para ejecutar las actuaciones derivadas del PHN girará en torno a los 390.000 millones de pesetas, y una tercera parte de esta cantidad será financiada con fondos europeos. Sobre este asunto, Matas señaló que el Plan Hidrológico es una competencia exclusivamente del Estado español y los intentos por demostrar que vulnera algunas directivas, en especial la del Agua, sólo conseguirán «un retraso administrativo, no del trasvase sino de las obras en las que intervenga financiación» de la UE.
Con respecto a su voluntad de consensuar el proyecto con las comunidades autónomas, pidió a la andaluza «que plantee alternativas globales y homogéneas. Pero no podemos negociar posturas contradictorias, con un PSOE que ofrece 17 alternativas distintas». Su oferta de diálogo la hizo extensiva de forma especial a Aragón, aunque «sobre la base de no retirar el Plan, y para saber qué es viable y negociable» hay que sentarse en la mesa, apuntó.