El secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, aseguró ayer que un Gobierno vasco «fuerte», socialista podría acabar con el problema del terrorismo en un plazo de cuatro años, por lo que exigió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que convoque elecciones cuanto antes. Según dijo Redondo Terreros, «cuando un Gobierno entra en barrena empieza a perder autoridad moral y política, y si además pierde el Parlamento, sólo por dignidad debe convocar unas elecciones», pero no por «ningún motivo sectario o partidario».
Terreros destacó la situación «de emergencia» que está viviendo el País Vasco, sobre todo por la amenaza permanente que cae sobre profesores universitarios, periodistas y empresarios, además de los políticos. Además, señaló que esta situación «empeora porque no existe un Gobierno vasco capaz de liderar la lucha por la paz y la libertad en el País Vasco». «Se empeñó en la estrategia de Estella, que fracasó, y cuando uno fracasa lo que tiene que hacer, si tiene dignidad, es simplemente dimitir y marcharse a casa», añadió.
El líder socialista aseguró que, por tanto, es necesario un Gobierno «constitucional que lidere este país, y que tenga como mete principal «terminar con el terrorismo en cuatro años», algo que, según dijo, sí podría hacer un Ejecutivo liderado por el PSE y por él mismo, y no uno que «utiliza una política de victimismo y no convoca elecciones porque lo les va bien en las encuestas».
El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, correspondió a las críticas socialistas. Así, el dirigente nacionalistas acusó al PSE de haberse convertido en el «monaguillo» del PP en el País Vasco. Anasagasti aseguró que «el PP está en una estrategia de decirle a Ibarretxe 'váyase usted a casa', y el PSE no sólo dice eso, sino que dice que Arzalluz tiene que estar ante un fiscal o presentan mociones de censura», dijo. «Aquí vale todo y en democracia no vale todo», lamentó Anasagasti. El mismo deseo de cambio en el Gobierno vasco está en IU-EB. La coalición remitió una carta a Ibarretxe en la que, «ante el deterioro político e institucional en que se encuentra el Parlamento y la política de Euskadi», pide la convocatoria de elecciones.