Medio billón de pesetas. Eso es lo que se prevé que tenga que pagar el Estado para resarcir a los funcionarios de la subida salarial que no les hizo desde 1997. La sentencia de la Audiencia Nacional que obliga al Gobierno a «saldar sus cuentas» no ha gustado al Ejecutivo, que ha anunciado que recurrirá, aunque la sentencia señala que contra ella no cabe recurso de casación. Mientras, los sindicatos «se frotan las manos» y piden que se inicien las negociaciones para concretar el abono.
Los sindicatos se muestran satisfechos con el resultado de la sentencia e instan al Gobierno a aplicarla cuanto antes. Así, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, instó al Gobierno a aceptar la sentencia, encajarla en buena lid y cumplirla. «Hay que interpretarla como la recuperación del respeto a la negociación colectiva y de la racionalidad», afirmó.
Méndez señaló que el Ejecutivo no puede poner «excusas de mal pagador» sino que tiene que respetar el Estado de Derecho y cumplir escrupulosamente los plazos que sean razonables para abonar a los funcionarios las cantidades que finalmente se determinen. «El Ejecutivo debería dejar de plantear maniobras de distracción y una especie de dialéctica de dignidad ofendida de las instituciones parlamentarias y del propio Gobierno», afirmó Méndez.
En opinión del secretario general de CC OO, José María Fidalgo, si el Gobierno pretende presentar alguna clase de recurso «estaría añadiendo a un error garrafal un chorro de gasolina para alentar otra movilización general de todos los empleados públicos». El líder sindical auguró que, si 2 millones de personas se ven seriamente afectadas por el incumplimiento no sólo de una ley, sino de una sentencia firme judicial, la movilización está al cabo de la calle.
Para Fidalgo, las cantidades que se adeudan no son un problema que suponga el desbordamiento del déficit público y las reivindicaciones de los empleados públicos nunca han atentado contra la estabilidad presupuestaria. Por ello, los sindicatos ya han solicitado al Gobierno que aplique cuanto antes la sentencia.