La policía ha detenido a otras dos personas en la operación abierta contra el 'comando Barcelona' de ETA, para investigar su relación o conocimiento de las actividades de los terroristas. Con estas, son cuatro las personas que están siendo interrogadas por la policía tras la detención en la madrugada del jueves de los etarras José Ignacio Cruchaga y Liarni Armendáriz, que fueron sorprendidos por dos agentes de la Guardia Urbana en un coche robado cuando se disponían a cometer otro atentado con explosivos.
Un tercer miembro del comando Barcelona, Fernando García Jodrá, e identificado después de ser apresados sus compañeros, podría haber huido a Francia, según la policía. De los cuatro detenidos para comprobar su supuesta vinculación con los etarras, dos fueron arrestados el pasado jueves. Se trata de una mujer, P.M.R., que, según las mismas fuentes, mantuvo relaciones con José Ignacio Cruchaga, y un hombre, M.A.A., que, supuestamente, también conocía a los etarras. Los otros dos, un joven de 22 años, D.M.C. y su novia, M.C.E., fueron detenidos el viernes y se investiga si tienen alguna relación con los miembros del comando Barcelona.
Fuentes de la investigación han explicado que los miembros del 'comando Barcelona' desarticulado dejaban los coches que robaban en la calle y los cambiaban de estacionamiento periódicamente, al menos una vez a la semana, para no levantar sospechas. Según las primeras investigaciones, los etarras no disponían de un garaje o local específico para esconder los vehículos e incluso preparaban los artefactos para los atentados «sobre la marcha», en los propios vehículos.