ETA despidió el año a su estilo. Una vez más, escogió Sevilla para colocar un coche bomba, cargado con unos 100 kilos del cargamento de dinamita que la banda robó en la localidad francesa de Plevin en septiembre de 1999.
En torno a las 2.40 horas del último día del año, tanto la DYA como la Delegación del Gobierno en Andalucía recibieron sendas llamadas en nombre de ETA advirtiendo de la colocación de un coche bomba que iba a estallar a las 4.00. La primera de estas llamadas la realizó una persona que, hablando en euskera, pidió el desalojo del Hotel Occidental de la ciudad de Sevilla «sin que los perros toquen el coche, si no quieren que le ocurra nada a nadie». Además, el anónimo interlocutor de ETA advirtió de que el objetivo era la Tesorería General de la Seguridad Social de Sevilla.
En efecto, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron el vehículo, un Peugeot 306 con matrícula falsa de Málaga. Los TEDAX consiguieron desactivar los explosivos, colocadas en dos ollas y varios paquetes ocultos en el maletero y bien amarrados para evitar que se movieran. La complicada operación concluyó en torno a las 8.20 horas de la mañana. El éxito de los artificieros permitirá analizar el vehículo en busca de las huellas dactilares que los terroristas pudieran haber dejado.
Tanto el delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, como el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, atribuyeron el último intento de atentado del año a un comando itinerante de ETA, aunque no quiso descartar la posibilidad de que la banda terrorista haya podido reconstruir el 'comando Andalucía', desarticulado el pasado mes de octubre, tras el asesinato del doctor militar Antonio Muñoz Cariñanos.