El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 4'1% en el tercer trimestre, según datos de la Contabilidad Nacional difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este crecimiento, una décima inferior al registrado en el primer semestre pero superior al previsto por el Ejecutivo para el conjunto del año "4%", «supone una moderada desaceleración en el intenso ritmo de avance experimentado desde el último trimestre de 1998», según el INE.
La ralentización del crecimiento se explica por el menor dinamismo de la demanda interna, que se elevó el 4'2%, frente al 5% del primer trimestre y el 4'5% del segundo. Según el INE la demanda interna fue resultado de un aumento del consumo del 3'6% y de un incremento de la inversión del 5'3%, tasas, en ambos casos, inferiores a las trimestres precedentes.
Por su parte, la mejora del sector exterior, que sólo restó un décima al crecimiento del PIB, frente a las dos del trimestre anterior, contrarrestó parcialmente la desaceleración de la demanda interior. La evolución menos expansiva de la economía, explica el INE, obedece fundamentalmente a la «sensible reducción» del crecimiento del gasto en consumo final "3'6%, frente al 4% del segundo trimestre" y, en menor medida, a la desaceleración de la inversión, que creció el 5'3%.
La pauta decreciente del gasto en consumo final es resultado de la pérdida de impulso de la demanda de consumo de los hogares, que pasó de crecer el 4'6% en el segundo trimestre a aumentar el cuatro por ciento en el tercero, lo que se tradujo en una aportación al crecimiento del PIB de 2'4 puntos.