Aznar respondió en la sesión de control al Gobierno al líder de IU, Gaspar Llamazares, quien le preguntó «por qué no logra el Gobierno concretar un diálogo con todas las fuerzas políticas para alcanzar una estrategia común frente al terrorismo y por la paz». El jefe del Ejecutivo, quien invitó a IU a sumarse a ese acuerdo, aseguró que en el mismo no se exige a nadie que renuncie a sus ideas, pero sí «que no se puedan defender objetivos políticos legitimando la violencia, practicándola, o pretendiendo cobrar un precio por dejar de matar».
Aznar confió en que el hecho de que IU firmara el Pacto de Estella no condicionará su actitud a la hora de sumarse al pacto antiterrorista del PP y el PSOE, y dijo que éste está «abierto a todos» ya que supone un acuerdo "dijo" «de defensa de las libertades, de la Constitución y del Estatuto de Autonomía». A juicio de Gaspar Llamazares, el resultado del acuerdo entre el PP y el PSOE es «escueto», y aunque reconoció la amplia representación de esas dos formaciones manifestó que «no lo representan todo» y que esa representación es más escasa en el País Vasco.
El secretario general del PP, Javier Arenas, advirtió por su parte que el acuerdo antiterrorista suscrito por su partido y el PSOE debe entenderse como «un todo que no es modificable» y recordó que el documento cuenta con una invitación final para que se sumen al mismo otras fuerzas. Arenas respondió así a la reunión que convocada por IU mantuvieron ayer los partidos que han quedado fuera de ese pacto, en la que participaron PNV, BNG, EA, ERC, IC-V y CHA, y a la que finalmente no asistieron CC, Partido Andalucista ni UPN, que han optado por suscribir el acuerdo junto al PP y el PSOE, ni CiU, que ya había anunciado su intención de no participar en ningún «frente».
Los participantes en la reunión expresaron su disposición a un diálogo «pluralista y sin cortapisas» contra el terrorismo, pero rechazaron el método seguido por el PP y el PSOE para suscribir su acuerdo por considerarlo «escasamente democrático y excluyente».