El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra atribuyó la actual situación del terrorismo a la presión «peligrosamente irresponsable» que, a su juicio, ejerció el PP desde 1993 sobre la política antiterrorista del Gobierno del PSOE y subrayó que «todavía estamos todos pagando aquel egoísta ejercicio de frivolidad». Guerra pronunció la conferencia «la década del cambio» dentro del ciclo de conferencias organizado por la Real Academia de la Historia en conmemoración del XXV aniversario de la proclamación del Rey Juan Carlos.
El diputado socialista calificó de «catástrofe histórica» el retroceso producido después de que en 1989 se hubiese logrado el aislamiento social y político de ETA y de que, en 1992, se detuviese en Francia a la cúpula de la banda terrorista. En su opinión la principal causa de ese retroceso fue la ruptura del pacto antiterrorista por parte de la oposición de la derecha, a la que acusó de haberse guiado en numerosas ocasiones durante esa etapa de la reciente historia de España por «el único objetivo de desalojar a los socialistas del poder».
Guerra, quien al abordar esta cuestión tuvo un recuerdo emocionado para el ex ministro Ernest Lluch, recientemente asesinado por ETA, acusó a los dirigentes de la derecha de que «jugaron con fuego» con su posición en materia antiterrorista en los últimos años de Gobierno del PSOE.
En esta línea, Guerra indicó que el Ejecutivo de Aznar y el vasco deben perseguir a los terroristas, que es, a su juicio, «a lo que menos se ocupan». «El ministro del Interior está muy ocupado, ocupadísimo, poniéndose el maquillaje, quitándose el maquillaje para salir en la televisión, el ministro del Interior tiene que estar persiguiendo a los comandos terroristas, y no haciendo declaraciones de que si quiere ser lehendakari», añadió.