La marcha discurrió sin incidencias en un ambiente de silencio, sólo alterado por aplausos y gritos aislados, unos a favor de la cadena perpetua y otros pidiendo diálogo entre los partidos políticos y las instituciones. El silencio por el recuerdo de la figura de Lluch se ha convertido en un gran aplauso cuando la periodista Gemma Nierga, al acabar la lectura de la declaración institucional, se ha salido del texto original para hacer una petición expresa de diálogo a la clase política española de cara a lograr el cese de la violencia terrorista.
«Se lo digo en castellano para que me entiendan "dijo Nierga fijando su mirada a la primera fila de la manifestación, donde escuchaban los líderes políticos" Ernest, hasta con la persona que lo mató, hubiera intentado dialogar. Ustedes que pueden dialoguen, por favor». Las palabras de la periodista de la Ser en cuyo programa 'La Ventana' colaboraba como tertuliano Lluch, se interpretaron como un velado mensaje a Aznar, reacio al diálogo con el PNV. En el manifiesto institucional, Nierga condenó «inequívocamente y con absoluta rotundidad el asesinato de Ernest Lluch». «Han matado a una persona, a un conciudadano que, como todos nosotros, amaba la vida y la convivencia, y las defendía con la palabra, el diálogo y la inteligencia».
La manifestación, bajo el lema «Catalunya per la pau. ETA no», estuvo encabezada por el presidente del Gobierno, José María Aznar, el de Catalunya, Jordi Pujol, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, el lehendakari Juan José Ibarretxe, el secretario general del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero y otros representantes de instituciones políticas. Asistieron también los ministros de Interior Jaime Mayor Oreja, Josep Piqué (Exteriores), Jesús Posada (Administraciones Públicas), Celia Villalobos (Sanidad), presidentes de comunidades autónomas como Manuel Chaves (Andalucía), Francesc Antich (Baleares) y Juan José Rodríguez Ibarra (Extremadura) y una amplia representación de todo el espectro de la clase política y la sociedad española.