Los representantes sindicales de CC OO y UGT en la Mesa General de la Función Pública, Carlos Sánchez y Julio Lacuerda, aseguraron ayer que habrá huelga general el 14 y 15 de diciembre en las Administraciones Públicas ante el rechazo del Gobierno a aceptar sus propuestas y a renegociar el incremento salarial de los empleados públicos para 2001. Por este motivo, aseveraron que «la huelga está servida».
Después de casi tres horas de reunión, el Gobierno no ha concedido a los sindicatos su exigencia de incrementar los salarios de los empleados públicos por encima del objetivo de inflación del 2 por ciento previsto para 2001, ni la inclusión de la claúsula de revisión salarial para vincular los salarios a la evolución del IPC, ni la eliminación de la tasa de reposición de vacantes, es decir, principales reivindicaciones sindicales.
La «frustración» de los sindicatos ante la falta de un acuerdo con el Ejecutivo, llevó a asegurar a Sánchez que «el conflicto lejos de evitarse, se ha hecho inevitable, y afirmó que le han dado a los representantes del Gobierno, entre los que se encontraban el secretario de Estado para la Administración Pública, Ignacio González, y la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, «muchas argumentaciones para atender las reivindicaciones sindicales, pero no ha respondido porque hay una decisión política tomada de no satisfacer nuestras demandas».
Por su parte, Lacuerda aseguró que el Gobierno «ha perdido la oportunidad de manera insensata de atajar el conflicto mediante la negociación», y que si continúa con esta actitud «pondrá en peligro el diálogo social, porque este es un conflicto que no puede terminar».