La manifestación convocada ayer en Madrid por Izquierda Castellana y la Coordinadora Antifascista coincidiendo con la conmemoración del 25 aniversario de la muerte de Francisco Franco se saldó con siete detenidos y ocho manifestantes y cuatro policías heridos, informó la Delegación del Gobierno.
La manifestación partió de la glorieta de Atocha con la intención de llegar hasta Tirso de Molina, pero a la altura de la plaza de Jacinto Benavente los participantes en la marcha comenzaron a lanzar «botellas y objetos contundentes» contra las fuerzas de seguridad del Estado, a las que intentaron agredir incluso con los mástiles de las pancartas que portaban.
Después de estos incidentes, parte de los manifestantes se dirigieron al barrio madrileño de Lavapiés, donde, según la misma fuente, rompieron las lunas de dos entidades bancarias y de un autobús, causaron destrozos en el mobiliario urbano al romper papeleras y volcar contenedores de papel y vidrio y cruzaron varios coches de particulares.
Ante este comportamiento, la policía «actuó de forma contundente», informó la Delegación del Gobierno, y detuvo a siete manifestantes acusados de «desórdenes públicos, violencia y amenazas». En la manifestación, convocada «contra la intolerancia, la xenofobia y el racismo» en coincidencia con la conmemoración del aniversario del 20-N, participaron unos 1.200 jóvenes, según estimaciones de la Policía Municipal.
Por otra parte, unas 1.500 personas, según la Policía Nacional, conmemoraron ayer en la Plaza de Oriente de Madrid el 25 aniversario de la muerte de Francisco Franco, en un acto organizado por la Federación Nacional de Combatientes, en el que abundaron las alusiones al terrorismo y las peticiones para instaurar la pena de muerte.