El próximo curso, los alumnos de primer ciclo de la ESO tendrán 35 horas más al año de Lengua y otras tantas de Matemáticas, según el calendario de la reforma de las enseñanzas mínimas, que terminará de implantarse dentro de cuatro años y que reforzará la enseñanza de Filosofía en el bachillerato.
La ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, explicó ayer, en conferencia de prensa, las líneas generales de los dos Reales Decretos que regularán las enseñanzas mínimas. Afirmó que a finales de la próxima semana estará lista la memoria presupuestaria que «implicará una financiación por parte de su departamento» para el refuerzo de la carga horaria de Lengua y Matemáticas en la secundaria obligatoria y una materia común más en el bachillerato, mediante un «documento sólido» que tendrá en cuenta todas las «variables», desde la propia financiación de las CCAA al aumento de cargas lectivas.
Previamente, Del Castillo entregó la reforma propuesta por el Ministerio a la Comisión Ejecutiva del Consejo Escolar del Estado, organismo consultivo en el que está presente toda la comunidad educativa y que ahora deberá elaborar un informe no vinculante sobre el texto.
La reforma ha supuesto la modificación de todos los contenidos de los currículum (programas) de las áreas y materias de secundaria (ESO), donde se aumenta la carga horaria de Lengua y Matemáticas, con 35 horas anuales más para cada una en primer y segundo curso, y se reestructuran las enseñanzas de Ciencias, al separar en el tercer curso la evaluación de las Naturales de la evaluación de Física y Química.
Se refuerza el papel de la enseñanza de las nuevas tecnologías «como herramienta básica para la docencia y el aprendizaje», con el fin de que los alumnos sepan desenvolverse en la sociedad del siglo XXI, así como una «perspectiva común y diversa» de la Historia y de la Lengua, con respeto a la realidad «plurilingüe».