La Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional acordó ayer abrir diligencias informativas para determinar lo ocurrido el pasado martes en el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, cuyo titular, Guillermo Ruiz Polanco, respondió a la amenaza de muerte que le profirió el miembro del «comando Andalucía» de ETA Harriet Iragi, diciendo: «Si yo no fuera juez y usted no estuviera esposado, le daría dos hostias».
La Sala de Gobierno hizo pública una nota en la que acuerda realizar diligencias informativas, consistentes en pedir el acta que se levantó «con motivo de la declaración de Harriet Iragi», pedir un informe al juez instructor y solicitar al fiscal jefe de la Audiencia Nacional que le informe de «si se han ejercitado acciones en relación a los hechos de referencia». Este tipo de diligencias puede concluir en la apertura de un expediente disciplinario, en el archivo de las actuaciones o en su remisión al órgano competente, que sería el Consejo General del Poder Judicial si se considera que la actuación de Ruiz Polanco fue constitutiva de una falta grave o muy grave. Si fuera leve, resolvería la propia Audiencia.
El juez declaró que «la amenaza de muerte, la muerte y el estar bajo tierra son cosas muy personales, no profesionales», por lo que «no están incluidas en ninguna nómina». Ruiz Polanco dijo que espera que se le imponga como sanción a su «exabrupto», que calificó de «imposibilidad conceptual», una amonestación, o «una pequeña bronca», ya que en caso contrario, si considera injusta la sanción, recurrirá.
Polanco destacó que en terrorismo con la actual ley no se logra nada, aunque precisó que desconoce si la solución es el endurecimiento de penas o la cadena perpetua. El juez precisó que él se limita a aplicar la Ley que se elabora en el Parlamento y «son los políticos, que para eso les pagan. quienes tiene que acabar de poner el tejado al Estado, porque me parece a mí que está sin acabar».