El coche bomba, colocado en los jardines de Clara Campoamor, en las cercanías de la avenida Diagonal, era un Ford Orion de color blanco cargado con unos 20 kilos de explosivo, al parecer dinamita, que han convertido el vehículo en un amasijo de hierros. La onda expansiva causó también destrozos en varios de los edificios de oficinas y centros comerciales de la zona. El vehículo había sido robado en octubre en el distrito de Nou Barris.
Fuentes policiales indicaron que la organización terrorista ha pretendido lanzar un «aviso» de que tiene el poder suficiente «para atentar cuándo, cómo y dónde quiera en Catalunya», así como generar confusión y terror en la población tras analizar el lugar en que se ha colocado el coche bomba, los jardines de Clara Campoamor; la hora, la una de la madrugada; y los dos avisos previos a la explosión, en sendas llamadas en nombre de la banda al diario «Avui» y a los bomberos.
Estas fuentes creen «prematuro» hablar de la existencia de un «comando Barcelona» estable, aunque destacaron que ETA posee una «red de información» y «cierta infraestructura» "al menos un piso y un garaje", para esconder su material y los coches robados para preparar los atentados. También se baraja que sean los mismos que asesinaron el pasado 21 de septiembre al concejal popular de Sant Adrià de Besós (Barcelona), José Luis Ruiz Casado.
El atentado perpetrado a la una de esta madrugada provocó heridas a dos personas, una de ellas un guardia urbano, que sufrió lesiones en los tímpanos por la onda expansiva. Este agente tuvo suerte, puesto que un trozo de metralla le impactó en el nudo de la corbata de su uniforme, que le sirvió de escudo y evitó lesiones graves en el cuello. El otro herido es Raúl L.L., de 48 años, un vigilante jurado que permanece ingresado con pronóstico grave en el Hospital Clínico, donde evoluciona de forma positiva tras ser intervenido en la pierna derecha donde se le incrustaron restos de metralla.