El presidente del Gobierno, José María Aznar, recordó ayer al líder del PNV, Xabier Arzalluz, que la UE ya se ocupa del conflicto del País Vasco, pero no de la forma en que al dirigente nacionalista le gustaría. Aznar quiso responder a las manifestaciones de Arzalluz en las que cuestionó la importancia que la UE daba al conflicto vasco, y en las que le pedía interviniese en el mismo de la misma forma que lo hizo en el Ulster y que se reconozca el derecho de autodeterminación al pueblo vasco.
Aznar aseguró que la UE tiene «un camino determinado, tiene una estructura determinada y tiene unas ideas políticas muy claras», según las cuales expresó «su solidaridad y su apoyo a las instituciones democráticas y al Estado de Derecho». «Otra cosa es que a algunos no les guste de lo que se ocupa la UE».
Además, explicó que algunos dirigentes del PNV sólo intentan huir hacia delante, que se va a acentuar hasta que se produzcan las elecciones en el País Vasco, y que sólo evidencia «el aislamiento progresivo que hay, que es difícil estar ya más aislado de lo que se está», incluso también en el plano internacional.
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en materia de empleo, Ramón Jáuregui, también tuvo palabras para el presidente peneuvista. Así, recordó al dirigente nacionalista que «La respuesta que debe trasladar la UE a Arzalluz es que la identidad regional tiene un sitio en Europa, pero que la Unión Europea la integran los Estados».
Desde el PNV, el eurodiputado Josu Ortuondo agradeció la postura de Rodríguez Zapatero, con su propuesta de iniciar una iniciativa política a nivel europeo contra el terrorismo, por pensar que «el problema vasco sí merece la atención de la UE».
Los radicales prosiguen por segundo día sus violentos
actos en Francia
La violencia callejera sacudió ayer de nuevo la ciudad francesa de
Bayona al término de la cumbre europea en la vecina Biarritz, que
los simpatizantes de ETA han aprovechado para expresar de forma
violencia sus exigencias en favor de la independencia y del
acercamiento de los presos etarras. La exportación de la «kale
borroka» sorprendió y provocó la indignación de los vecinos de
estas localidades vascofrancesas. De los más de 60 alborotadores
detenidos en los últimos dos días, en su mayoría españoles, al
menos dos han pasado a disposición judicial.