El buró político de la Internacional Democristiana (IDC), reunido en Santiago de Chile, decidió la reforma de sus estatutos por la cual quedarán excluidos de esta organización aquellos partidos que no pertenezcan a su estructura regional. El principal afectado por esta medida es el PNV que, al no pertenecer al Partido Popular Europeo (PPE), ha quedado excluido de la IDC, algo que no ha acogido de buen grado. El portavoz en el Congreso de los nacionalistas vascos, Iñaki Anasagasti, responsabilizó de esta decisión al PP, cuya actitud comparó a la de unos hijos que «abren la puerta para echar al padre».
Anasagasti calificó de «grave» esta expulsión por ser el PNV uno
de los fundadores de la IDC. En cualquier caso, para Anasagasti la
actuación del PP es «la venganza» a la postura que adoptó su
partido cuando se negó a la incorporación de los populares
españoles en la Internacional. Además, consideró perjudicial para
su formación la «insidia sembrada por el PP de que el PNV es poco
menos que el cerebro de ETA».
Desde Unió Democrática, partido que se opuso a la expulsión, Josep
Antoni Duran Lleida opina que «el Partido Popular lleva demasiado
lejos su confrontación con el PNV».
Desde el Gobierno, el ministro Rajoy atribuyó a la ambigüedad frente al terrorismo del PNV la expulsión, mientras que Rodrigo Rato señaló que el Gobierno del PNV «no está en condiciones de seguir gobernando, ni siquiera de garantizar la evolución democrática, en el País Vasco».