Prisión incondicional para cinco de los nueve detenidos el pasado jueves en la operación 'Itzali' coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, prisión eludible bajo fianza para tres y libertad sin cargos para uno. Los detenidos estaban presuntamente relacionadas con el denominado aparato de desobediencia civil de ETA, EKIN a través del 'proyecto Piztu', pero, a pesar de que reconocieron formar parte de las fundaciones ABK, Joxemi Zumalabe o la plataforma BAI Euskal Herriari, negaron ser miembros de la banda terrorista. Garzón dictó la orden de arresto porque entiende que ofrecen un «apoyo imprescindible» a ETA al dirigir un «taller de desobediencia» contra el orden constitucional, entre cuyos objetivos estaba la implantación de un carné de identidad vasco.
Baltasar Garzón ordenó ayer prisión incondicional para Sabino Ormazábal, responsable de opinión del diario 'Gara'; Patxi Joseba Azparren, responsable de la fundación ABK; Mikel Aznar, responsable de la gestión ejecutiva de Joxemi Zumalabe; Carlos Trenor, concejal de EH en San Sebastián; e Ignacio María O'Shea, ex miembro de la Mesa de HB. Algunos de ellos fueron acusados por el fiscal de delito de integración en banda armada y otros de colaboración.
Precisamente ayer, el diario 'Gara' publicó una nota dirigida a Garzón en la que el histórico militante de la izquierda abertzale Mikel Zuluaga se atribuye la autoría del 'proyecto Piztu' y señala que el plan es una idea basada en la desobediencia civil, mientras niega que sea el diseño de ETA, ni de EKIN u otro ente.
Mientras, el portavoz de la dirección del PNV, Joseba Egibar, afirmó, tras la operación policial contra Ekin, que se está entrando en una senda «peligrosísima» de criminalización de las ideas y con el «impulso político» del Ministerio del Interior.