El Gobierno de Aznar y el PSOE consideran una victoria moral las mociones de censura presentadas el jueves. Jaime Mayor Oreja valoró de forma muy positiva ambas mociones porque, aunque fueron rechazadas, no han supuesto en ningún caso «una pérdida de tiempo». A su juicio, los que perdieron en el debate fueron los que no disuelven un Parlamento que no es apoyado por la mayoría de los vascos. En cualquier caso, para el ministro de Interior la moción cumplió «claramente su objetivo».
El titular de Interior reiteró una vez más la necesidad de unas elecciones en el País Vasco puesto que se está ante un momento decisivo «para que los vascos hablen». El secretario general del PP, Javier Arenas, defendió la coalición con los socialistas ya que aseguró que es el futuro gobierno de Euskadi. Además, se unió a las críticas hacia el PNV e Ibarretxe, quien está intentando «el alargamiento de la vida en el Parlamento porque no hay mayoría sólida».
La nota discordante dentro de la formación socialista la puso el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, al que le gustaría ver un distanciamiente «evidente» entre el PSE y el PP. El primer edil donostiarra cree conveniente «pasar página», convocar elecciones y plantear, de cara al futuro, la «actualización del marco político y jurídico» del País Vasco. Elorza considera que se está forzando al PSE a ir «a rebufo del PP en todo momento».
En medio del aluvión de reacciones a la jornada de ayer en el Parlamento, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, calificó de «inútil y estéril» el debate de las mociones y pidió a socialistas y populares que, «tras la derrota legal y política, abandonen la vía del bloqueo». Para Imaz, el PP y PSE deben analizar la iniciativa de pacificación y desarrollo del Estatuto propuesto por Ibarretxe. «La voluntad del lehendakari y del Gobierno es la de apostar por abrir caminos», explicó el portavoz para quien, en el futuro, «va a servir para evitar escenarios de crispación y división en la sociedad».