La Generalitat decidió ayer añadir los adhesivos con las siglas «CAT» de Cataluña en las matrículas de su parque de automóviles, sin ocultar la «E» de España, mientras el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, ha recordado al Gobierno catalán que «la ley es la ley y tiene que ser respetada por todos». Por su parte, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, anunció que solicitará un informe jurídico sobre la posibilidad de añadir a las matrículas el distintivo regional «CAT».
El presidente del Gobierno, José María Aznar, eludió hacer comentarios sobre la decisión adoptada por el gobierno catalán y dijo que no participa en «debates sobre las chapas de los coches» porque los debates políticos «tienen su nivel» y hay algunos niveles a los que no desea llegar.
El Gobierno catalán anunció ayer que enganchará la pegatina «CAT» en la parte posterior derecha de la matrícula de todo el parque móvil de la Generalitat, incluidos los vehículos de los bomberos y de los agentes rurales.
Otras instituciones catalanas como el Ayuntamiento de Girona, la Diputación gerundense o el Consejo Comarcal de Anoia han comunicado que también incorporarán el adhesivo a sus automóviles oficiales, mientras que la UGT de Catalunya ha comunicado que está recibiendo un gran número de peticiones del adhesivo por parte de sus afiliados. Esta iniciativa se produce un día después de que el PP hiciera valer su mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados para rechazar la propuesta de la coalición nacionalista de CiU, a la que se sumaron el resto de grupos, para incluir un distintivo autonómico en las nuevas matrículas.
El titular de Interior, que no disponía de información respecto a la decisión de la Generalitat de añadir el adhesivo, ha confiado en que, a pesar de que haya leyes que gusten más a unos grupos políticos que a otros, el cumplimiento de las normas debe ser la prioridad para todos los partidos y todas las instituciones.