Mientras las movilizaciones y los bloqueos de los centros de distribución de carburantes continuaban ayer, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguraba que el Gobierno está «muy cerca» de alcanzar un acuerdo con agricultores y transportistas. Un acuerdo en el que el Ejecutivo debe ser generoso, según el presidente de CEOE, José María Cuevas, quien pidió también que no se demonice a las petroleras.
Montoro cree que las medidas emprendidas por el Ejecutivo encaminadas a paliar el alza de los hidrocarburos acerca enormemente la solución del conflico desatado con los sectores más afectados. La solución, según el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, estaba anoche a punto de producirse. El secretario de Estado explicó que las citadas medidas consistirán en una mejora en el régimen de tributación por módulos del IRPF y el IVA para compensar el «sobrecoste» que ha supuesto la subida del petróleo, así como un aumento en la compensación del IVA por parte de los agricultores.
Además, la propuesta incluye que las cooperativas agrarias puedan vender gasóleo también a no socios y la creación de incentivos fiscales para la utilización de ecocarburantes (bioetanol y girasol), que gozarían de un «trato favorable» en el impuesto especial sobre los derivados del petróleo. Unas propuestas que el Ejecutivo analizaba a la hora de cerrar esta edición con representantes de las organizaciones y cooperativas agrarias en una reunión iniciada a las 8'30 de la tarde.
A lo largo de la jornada se sucedieron las protestas en las que los pescadores fueron los principales protagonistas. Unos 200 pescadores se manifestaron en Almería para exigir la bajada de precios. En Cartagena, la flota pesquera, compuesta por 50 embarcaciones, permaneció amarrada como señal de protesta, al igual que la mayor parte de la flota pesquera asturiana. Sin embargo, los pescadores protagonizaron algunos altercados con la policía en Huelva durante las movilizaciones de protesta. Otra de las protestas más significativas ha sido la protagonizada por unos 3.000 agricultores, que bloquearon las compañías logísticas de Lleida y Girona, impidiendo la entrada de camiones cistern a. El acto cobra especial relevancia ante la escasez de reservas que comienzan a afrontar algunas gasolineras de Lleida.