Los precios subieron 0'4 puntos en agosto arrastrados por el turismo, que se suma al efecto inflacionista que la energía provoca desde hace meses, con lo que la tasa acumulada está ya en el 2'8%, casi un punto por encima de la previsión del Gobierno. El IPC interanual se mantiene en el 3'6% alcanzado en julio.
La inflación subyacente, sin productos energéticos ni alimentos no elaborados, subió en agosto el 0'3 por ciento, con lo que en los ocho primeros meses del año asciende al 2'4 por ciento y alcanza una tasa interanual del 2'7 por ciento, dos décimas más que el mes anterior. Gran parte de la subida del IPC se debió al aumento de los precios de los servicios turísticos, que registraron un incremento del 1'4%. Por grupos, el mayor incremento correspondió al de varios, como consecuencia del aumento de los precios turísticos, con un alza del 1'1% en el mes y del 6'6% en lo que va de año, elevando su tasa interanual al 5'5%.
«El Gobierno ve con cierta preocupación esta subida, porque se aleja de las previsiones, pero no ve los precios con alarma», así explicó Folgado la actitud del Ejecutivo ante el dato de agosto. Considera que la inflación «no está en absoluto descontrolada», pues el alza se concentra en los componentes más volátiles del IPC, energía y turismo.
Folgado afirmó que el incremento de los precios de los servicios turísticos en agosto supuso el 40% de la subida global del índice ese mes, destacando el alza experimentada por los paquetes turísticos, que crecieron un 12%. Se trata de la mayor subida experimentada en este sector desde 1993, por lo que advirtió a las empresas que el Gobierno seguirá «muy de cerca» la evolución de sus precios turísticos e insinuó que el Plan de Excelencia Turística, que contiene las ayudas oficiales al sector, podría revisarse si no se frena la escalada.