La esperada reunión del ministro del Interior con los representantes del PNV en su ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios tuvo lugar ayer, tras las duras declaraciones previas al encuentro del presidente del Gobierno, José María Aznar, y la contestación por parte del portavoz peneuvista, Iñaki Anasagasti.
Se trataba del primer encuentro entre PNV y Ejecutivo desde que el lehendakari visitara La Moncloa antes de las vacaciones. Anasagasti calificó el encuentro como tenso en sus primeros minutos, por el cruce de acusaciones previo entre Aznar y el propio portavoz nacionalista, pero «relajado al final». Anasagasti aseguró que su partido no está de acuerdo con el «aislamiento de HB ni con unir nacionalismo y violencia», ya que el PNV es profundamente democrático. En este sentido, aseguró que los nacionalistas tienen tanta importancia en la lucha contra ETA como el partido del Gobierno, ya que este diálogo «no se puede hacer sin el PP, pero tampoco sin el PNV».
El portavoz nacionalista reivindicó el diálogo como la forma de solucionar las diferencias, ya que «quien se niega a hablar niega la solución, democracia es diálogo», e instó al ministro «en cuatro oportunidades» a que insistiera al presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, para que acuda a la ronda de contactos que convocó el lehendakari, porque Ibarretxe «no es ningún nazi». Sin embargo, según dijo, Mayor Oreja no quiso hablar en nombre de Iturgaiz y no comprometió la presencia del PP vasco en los contactos promovidos por el lehendakari. «Existen muy pocas posibilidades de que el PP finalmente acuda a estas conversaciones».
Anasagasti también recordó las palabras de Aznar en las que acusó al PNV de haber cruzado la raya que separa la violencia de ETA de la democracia y de ser «el caldo de cultivo» de los terroristas. «Fue injusto, nosotros somos un partido profundamente democrático», añadió, denunciando que «se intenta identificar nacionalismo con violencia».