El secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, calificó de «decepcionantes» las palabras que pronunció el lehendakari, ya que «da la imagen de estar más preocupado por la postura que va a adoptar EH que por la unidad de los demócratas». A juicio del líder socialista, hay que establecer una jerarquía, «y lo primero es recuperar la unidad democrática». En este sentido, lamentó que Ibarretxe y el PNV estén pendientes del cambio que no se produce en EH para recuperar esta unidad, cuando «es más lógico que desde la unidad democrática reclamemos a HB que cambie».
El líder de los socialistas vascos añadió que Ibarretxe «mantuvo la línea divisoria entre nacionalistas y no nacionalistas cuando hablaba por un lado del respeto a la vida y, por otro, de la construcción nacional», cuando la mezcla de ambos asuntos «no soluciona nada y no se puede recuperar la unidad democrática». También se refirió a la crisis interna del PNV, afirmando que existe, y que está convencido de que acabaran imponiéndose «los que piensan que las instituciones del país son válidas», frente a los que defienden el soberanismo.
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, también lamentó las declaraciones de Ibarretxe, que evidencian que no es posible un diálogo normalizado con el PNV, ya que la rectificación que parecía haber emprendido con la propuesta inicial del lehendakari no era sincera. «Quienes ponen los puntos sobre las íes al propio Ibarretxe han sido Arzalluz y Egibar», dijo. En este sentido, Iturgaiz aseguró que ésta ha sido una nueva desaprobación del PNV a miembros de su partido. Si hace pocas fechas, Joseba Egibar lo hizo con Iñaki Ansagasti, que dio el Pacto de Lizarra por muerto, ahora es el propio lehendakari quien desautoriza al portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, que anunció una mesa de diálogo sin EH.