Las acciones de Telefónica sufrieron ayer un nuevo revés y perdieron un 3'87 por ciento de su valor en bolsa, con lo que la compañía ha visto disminuir su capitalización en 18.381 millones de euros (unos 3'05 billones de pesetas) desde que ganase la licencia de telefonía móvil de tercera generación en Alemania junto a su socia finlandesa Sonera.
Los títulos de Telefónica quedaron al final de la sesión en 3.474 pesetas, un 3'87 por ciento más baratas, después de llegar a ceder hasta casi un cinco por ciento a media sesión. Los descensos estuvieron acompañados por una significativa actividad y los operadores se intercambiaron más de 45 millones de sus acciones, equivalentes a un 1 por ciento de su capital. La mala acogida dispensada por el parqué, tras resultar adjudicataria de una licencia de telefonía móvil en Alemania, le ha provocado sendas caídas del 5'31 por ciento el jueves y viernes pasado, que se suman al descenso del 4'70 por ciento del martes y el recorte de ayer.
La caída sólo se vió interrumpida el lunes pasado cuando repuntó un 0'70 por ciento. En los cinco días el precio de la acción se ha abaratado un 17'27 por ciento. La capitalización bursátil se ha deslizado por debajo de los 15 billones de pesetas, hasta situarse en 14'64 billones lejos de los 17'70 billones que valía hace justo una semana. Los expertos calibran de manera negativa el efecto que tendrán las multimillonarias inversiones que debe realizar la operadora para cumplir su plan de expansión del negocio de telefonía móvil por Europa, aunque se muestran optimistas sobre la revalorización de las acciones a largo plazo.
Telefónica móviles anunció ayer que participará en la subasta de licencias de telefonía móvil UMTS en Italia que se inician hoy como socio principal del recién constituido consorcio IPSE 2000. La operadora participa con el 30 por ciento del consorcio junto a Sonera, Atlanet, Banca di Roma, Goldenegg, Xera y e.Planet.